Hoy es el día, sí. Los chicos son ansiosos, todos lo sabemos. Quieren todo ya. Y eso le va a dar el Rojo a sus hijitos de rosing. El padre le va a dar este regalo a su hijo. No hay mayor logro para un hincha de rosing que una desgracia del frente. Es historia, ellos festejan nuestras derrotas. Gracias a Dios(?) tenemos una historia tan, pero tan grande y distinta que ahora nos toca empezar a devolver.
Y sí, devolverle a quienes están más pendientes de nosotros. A quiénes más saben y se preocupan por nosotros. Le vamos a dar lo que ellos tanto desean, hoy es el día. Hoy tendrán lo que los hace felices. Es lo más justo.
Pero el hijo mal aprendido no cambia. Se le enseñó por décadas y décadas como se debía jugar, ganar y festejar. Una a una las copas fueron desfilando por la vereda de enfrente y el hijo, testarudo, no aprendió.
Y eso que le dimos la enseñanza de su vida: El 22 de diciembre de 1983 el Rojo salió campeón ganándole a rosing por dos (2) a cero (0) y ellos se fueron al descenso. ¿Se entiende eso? Vuelta en tu cara y a la “B” TE FUISTE.
No, parece que no se entendió porque le damos la gran posibilidad de su historia y no la están aprovechando. ¿Ni eso pueden hacer bien?
La culpa de todo siempre la tiene la dirigencia pasada, el técnico pasado por los jugadores y todo lo que pasó antes que se refleja en lo de hoy. ¿Quizás ese partido en 1983 es el culpable de esta situación del glorioso Independiente? No, les ganamos tanto que por un partido no puede ser.
Hoy, seguro, nos vamos hijo. Hoy es el día o puede ser la semana que viene, quién dice la esperanza es lo último que se pierde ¿no?
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